El terreno perteneciente a la Casa Mínima era una propiedad que tenía 16 metros de frente con 17 de fondo.
El tráfico de esclavos no fue una excepción en Buenos Aires en el siglo XVII, diesmada por las enfermedades y epidemias.
La transformación del estatuto de los esclavos, que pasaron a ser "libertos», condujo a la separación entre estos y sus amos generando la necesidad para los negros de procurarse una vivienda. Es aquí, donde comienza la historia de la Casa Mínima. Según la leyenda popular, esta vivienda perteneció a un esclavo a quien le fueron devueltos sus derechos con la abolición de la esclavitud, pero al ser solamente un «liberto» le correspondió una parcela pequeña.Pero, cuando los «libertos» fallecían, la propiedad volvía a sus dueños originales.
"... Otro ejemplo de convivencia de paisajes históricos europeos con lo "nuevos" diseños y cambios urbanos que se viene llevando a cabo en San Telmo.